jueves, 15 de octubre de 2015

Mojácar, destino de costa y tradición

Es muy probable que no hayas oído hablar nunca de este pequeño pueblo de costa, que decirte Mojácar sea como decirte cualquier palabra en chino mandarín. Y, sí, aunque se trata de un destino turístico lleno de posibilidades, es cierto que no está dentro de los circuitos habituales… Y eso es, precisamente, lo que lo hace mágico.


Mojácar es un pueblecito sencillo, lleno de historia, de tradición y de vida. Cuenta con 17 km de costas increíbles con playas perfectas para disfrutar del verano en Almería, a un paso del espectacular paraje del Parque Natural de Cabo de Gata Níjar. Algunas de sus playas más recomendables son las de Marina de la Torre -justo en el límite del pueblo-, la playa de El Descargador, la de Las Ventanicas, El Cantal, La Venta y La Cueva del Lobo.

https://www.fergushotels.com/es/nuestros-hoteles-en/mojacar.htm
Foto de Mojacar, Almeria



Destaca también por ser un destino familiar y para parejas. En general, podría decirse que es ideal para todos aquellos que buscan desconectar y necesitan un lugar tranquilo, cómodo y en plena naturaleza (eso sí, con buenos servicios). Los accesos por carretera son buenos y el alojamiento en el centro de Mojácar así como en la costa es confortable y con tarifas muy asequibles.


Uno de los hoteles en Mojácar más emblemáticos es el FERGUS Style Palacio Mojácar Spa, un alojamiento 4 estrellas junto a la playa de Mojácar, a solo 5 km del casco antiguo del pueblo y a un paso del campo de golf de la zona. Cuenta con servicios especiales para disfrutar de una estancia de relax y diversión viajes con quien viajes, pues ofrece atenciones tanto para parejas como para niños, personas mayores y grupos completos de amigos. De hecho, en su interior brinda uno de los spa más completos en la costa de Almería y las suites en Mojácar más exclusivas y llenas de encanto.

Esa magia especial se la da el hecho de que el hotel está construido en el antiguo palacio del Marqués de Chávarri, un edificio lleno de carácter y personalidad que lo convierte en un auténtico elemento patrimonial de primer orden.

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